Quiero ser cineasta.

Para comenzar, tengo que decir que no soy crítico de cine ni intento serlo, simplemente disfruto el momento que paso viendo una buena película, más aún cuando es nacional. Y en esta ocasión no podía solamente ver 7 Cajas y no hablar al respecto, al ver el trailer ya me esperaba muchísimo de la película, y mis expectativas eran bien altas.

http://www.youtube.com/watch?v=WQvbEjk5Ivg 

Vi una película redonda en todo sentido, desde la idea, el guión, la calidad de la imagen, la fotografía y la banda sonora. Encontramos un mercado 4 que se podría decir no todos conocemos a la perfección sus pasillos y recovecos, y es en el corazón de este lugar donde transcurre la historia.

El inicio mismo de la película nos da un paseo express por el mercado y una visión fugaz de los personajes, después cada minuto que pasa es disfrutado sin ningún tipo de desperdicio. Logramos conocer la vida en el mercado y la lucha por sobrevivir de la gente que trabaja ahí y que a veces, es capaz de cualquier cosa por lograr juntar algo de dinero.

Cada toma me pareció perfectamente captada, todas las situaciones en su lugar y toda la historia se iba tornando bien entendible, debido a los detalles precisos de la misma. El guaraní prácticamente como el idioma principal en la película me pareció genial. Las risas infaltables a mi parecer se vinieron en momentos vertiginosos de la película, y eso fue increíble, lograron apaciguar un poco el suspenso y soltarnos un poco.

Los actores se merecen una mención especial, casi todos se mostraron realmente convincentes en cuanto a su papel, con actuaciones super naturales. Una aparición magistral de Beto Ayala que nos deja como legado su soltura y dedicación para interpretar cada papel que tuvo, un grande que nos dejó pronto.

Al terminar la película todo el mundo aplaudiendo, reacción que yo al menos no suelo tener, pensé más bien en hacer esto que estoy haciendo, y mandarle un abrazo fuerte y agradecido a Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori, y todo el equipo que logró que 7 Cajas sea una realidad. Anteriormente ya vimos producciones geniales, pero  7 Cajas nos muestra un género que en nuestro país todavía no se había hecho, y eso es un desafío tanto para los propios directores, los actores y el mismo público que al final es quien eleva o entierra a las películas que ven. 

No tengo más palabras para elogiar el trabajo, me pone demasiado feliz ver que de a poco nuestro país se está despertando en varios aspectos, y entre ellos (y uno de los más importantes) el arte, y si hay apoyo se demuestra que acá se pueden hacer cosas buenísimas, 7 Cajas es solamente una muestra más del potencial que tiene nuestra gente.

Salud por 7 Cajas, por el arte nacional que sirve para que más gente pueda animarse a hacer este tipo de cosas, y por todos nosotros que tenemos la posibilidad de hacer que todo siga creciendo. Viendo películas como 7 Cajas me dan ganas de ser un cineasta.

http://www.youtube.com/watch?v=N8XUM5VWdKI 

Toda la vida me trajo hasta acá.

Tal vez porque mi mamá me tarareaba las canciones cuando yo era un bebé fue que ellas se fueron impregnando en mi mente.

O cuando con 7 u 8 años más o menos me encontré con Anthology, ese genial disco doble lleno de fotos de los inicios de la banda, con muchas canciones un poco difíciles de escuchar a esa edad.

O fue cuando con 9 años mi examen para pasar Música en el colegio consistió en tocar Yellow Submarine con la flauta.

O en esa adolescencia que, volcado a escuchar estilos diferentes y bandas diferentes, los dejé un poco de lado. Aunque ellos nunca me dejaron de lado a mí. Porque si no hubiesen existido, la mayoría de las bandas que me gustan tampoco habrían existido.

O habrá sido cuando queriendo volver a las raíces de toda esa música, me muní de toda su discografía, volviendo a escuchar sus increíbles canciones, conociendo otras. Acomodando cada una de ellas en mi memoria, en un sector del cerebro donde nunca van a desaparecer.

Recuerdo la desazón emocional cuando uno de esos mágicos músicos tocó en Argentina hace un tiempo y yo no pude ir. Pensar que nunca más tendría la oportunidad de disfrutar esas canciones que marcaron mi vida en vivo, interpretadas por uno de ellos.

Pero al final de todo, ahí estaba él. Feliz, sudado, complacido. Al igual que las casi 30 mil personas que como yo, cumplían uno de sus sueños. La emoción de tener a un Beatle en frente nuestro, dándonos un poco de su excelente arte, es muy difícil de comparar con alguna otra cosa. Una porción de historia musical antes nuestros ojos llorosos, ante nuestro corazón agitado con cada melodía.

Mientras tanto, yo pensaba feliz: toda la vida me trajo hasta acá. Hasta esta noche, hasta el martes 17 de abril de 2012.

Gracias Paul. Gracias por tanta música.

Biografía auto - autorizada de mi persona.

Creo que la mejor forma de definirme sería desordenadamente, porque me gusta el desorden ordenado.

Me gustan comidas mezcladas que solas no las como.

Me gustan los playlist en random, que suene una lenta después de una rápida.

Añoro la adolescencia que tuve, tal vez cambiaría algunas cosas, aunque cuando lo pienso bien, no quiero.

Me gustaron chicas a quienes no les gusté, me enamoré cuando no quería enamorarme, y cuando quería enamorarme no me daban bola.

Escribo y no me ubico dentro de un género, solamente lo hago porque lo siento.

Era músico. En parte lo sigo haciendo, solo me falta volver a subir a un escenario.

Creo que soy apráxico.

Trabajo en lo que me gusta. No gano como me gustaría.

Conozco gente muy buena onda. Tengo buenos amigos. Mi familia es un mundo.

Quiero viajar más, y más lejos.

Y seguir tratando de trazar mi camino de felicidad.

Desde...

Desde el primer impulso para llegar a este lugar, hasta el último suspiro de aire que voy a poder tomar, voy a recordar que esas manos son las que siempre me mantuvieron en pie.

Desde la pequeñez de mi persona, de la que nació un amor tan grande, tan inmenso. Y después la gente es capaz de preguntarse si el amor realmente existe? Cuando el amor entero, entregado y desmedido está ahí, al lado nuestro, para quienes tenemos la suerte de tener ese amor al lado nuestro.

Desde la primera alegría hasta la última.

Desde el primer miedo hasta el último.

Desde antes de tener poder de razonamiento.

Desde la primera palabra que aprendí a pronunciar, la palabra más fácil, la más hermosa.

Desde que me alzaba a upa hasta que ya no pudo más hacerlo, porque fui más alto y pesado.

Desde que me preparaba leche con azúcar hasta que me cocinaba un huevo frito al volver cansado del trabajo.

Desde las primeras enseñanzas hasta las últimas muestras de fuerza, fe y sacrificio. Sus enseñanzas no acaban nunca.

Desde que pudo tratarme como el peor, pero nunca lo hizo.

Desde que estando en el trabajo llamaba a preguntar como estábamos, o le llamaba yo pidiéndole que me traiga algo, o cuando llegaba y yo le regalaba una flor amarilla del patio de adelante.

Desde antes de que nazca, hasta el último suspiro de aire que voy a poder tomar. Siempre, siempre, va a haber un motivo para decir: gracias Mamá.

El trote.

En más de 26 años, creo que hoy fue la 6ta. vez en mi vida que troté. Sería como que troto 1 vez cada 4,3 años, por lo que me parece justificado escribir sobre esto. Y tal vez le pase a todos, no sé, pero trotar te hace sentir realmente bien, yo parecía otra persona.

Me tomé 1 hora de mi día (por primera vez por iniciativa propia también) y fui a la ciclovía que está a la vuelta de mi casa, cuando volví hasta me preparé una cena sana y tomé agua nomás, como que hacer algo sano me dio ganas de hacer cosas más sanas.

Espero que esto siga porque estoy medio desfazado, así vuelvo a mi peso normal y esas cosas, mientras tanto quería decir eso nomás, dejar como un consejo rápido. Troten, van a darse cuenta que vale la pena en serio. Mientras caminaba veía las teles prendidas desde las ventanas de algunas casas, y pensaba como es que están perdiendo el tiempo ahí. Yo también gua’u troto un día nomás y ya me creo una mezcla de buena persona, Hulk Hogan y un Mario de 17 años.

Pero en serio, dejo constancia de que estoy queriendo cambiar mis hábitos, espero poder conmigo mismo.

De alguna forma se empieza.

El burumbumbum de las calcomanías de la familia.

Estuve notando en las últimas semanas como se volvió un tema recurrente en las redes sociales lo de estas calcomanías que la gente pega en sus autos, mostrando de qué manera está conformada su familia. Y si algo me sorprendió, tanto como la gran cantidad de personas que adoptaron esta moda, es también, en contrapartida, la gran cantidad de personas que le bajaron la caña a la acción de darle uso al adhesivo.

Es normal, siempre que surge algo nuevo; están quienes se hacen rápidamente adeptos, estamos a los que nos da igual, y están los que odian el nuevo boom. La actitud que me llamó la atención es la de la gente a la que no le gustó el tema. Es una pavada, ¿verdad? Gente que pierde el tiempo quejándose por una boludés, así como yo estoy perdiendo mi tiempo hablando del tema también.

El fin es, dudo mucho que la gente que se queja tanto sobre las calcomanías estén ajenas a todo lo que de repente surge y “tiene onda”, dudo que no quieran comprarse las prendas del último grito de la moda europea, o dudo que no quieran el zapato o el champíón que todo el mundo se compra.

Es eso nada más, ser y dejar ser, si querés llenar tu auto con dibujitos de tu familia, de tus animales o de tus parientes lejanos, metele; y si no te gusta, dejá nomás que la gente a la que sí le gusta lo haga.

Como el tema es una pavada, no quiero escribir mucho hoy. Y si alguien quiere regalarme las calcomanías las acepto, quiero ver cómo va a quedar el auto de mi casa con papá, mamá, 6 hermanos y 3 perros. Todo el parabrisas trasero por ahí me va a tapar.

Somos pocos... Y nos conocemos todos.

Te habrá pasado si o sí más de una vez, y fue motivo de alegría o de tristeza. La famosa frase: “que chico es Paraguay”. Son miles las situaciones en que tenemos que soltar de nuestra boca esta frase, queramos o no, y no hace distinción de edad, sexo, religión o estrato social.

 ¿Por qué en nuestro país todos se conocen?

Hay veces que eso de conocer gente ya se pasa de la raya.

Por ejemplo, estás saliendo con una mina, hasta sentís que te estás enamorando de ella, tan feliz estás que tenés que expresarlo con tus amigos:

-       Los perros, conocí a una señorita, creo que es la mujer de mis sueños y estoy pensando en pedirle que se convierta en mi novia, y en algún futuro no muy lejano, que sea mi esposa.

-       ¿En serio pio? ¿Y cómo se llama?

-       Lorena.

-       ¿Lorena qué?

-       Lorena López…¿ por qué?

-       Lorena…¿ no es esa Lorena que trabaja en tal parte?

-       Ehhh… si,¿ le conocés?

-       Lorena la de pelo negro…?

-       Sí.

(Es en este momento que empiezan unas sonrisas y alguien suelta un…)

-       Tal y tal de los perros ya le comieron a esa mina boludo, le gusta la joda, encima tenía novio cuando se le comió.

“Que chico es Paraguay”. Toda tu alegría y tus sentimientos al tacho.

Estás en una entrevista de laburo, quedaste preseleccionado solo vos y un tipo con cara de nabo, llega el jefe y comienza a hablar con ambos:

-       ¿Sus nombres?

-       Mario Hannich. (Juan Pérez, dice el otro).

-       Pérez, ¿vos pio no sos pariente de Perico Pérez?

-       Sí, mi papá es.

-       ¡No me digas! Yo jugaba fútbol con él antes allá en el barrio, mi socio ité es tu papá… sería bueno que trabajes con nosotros. Este… ¿Mario era tu nombre verdad? Te podés retirar nomás, gracias.

¿Y las aptitudes? ¿Los exámenes psicológicos para saber si está contratando a un asesino serial?. No. “Que chico es Paraguay”

Y como estas, hay millones de situaciones parecidas, está el que conoce famosos (amigo del hijo del jardinero del Presidente). El que sabe quiénes son todos y nadie sabe porqué (allá se va Claudia, hace poco nomás cortó con su novio y ahora está saliendo con otro ya. Y le preguntás: ¿tu socia es?. No, le conozco de vista nomás).

Y así, la fauna humana paraguaya tiene muchas cosas que llaman la atención, y esta es tan solo una más de ellas, así que atendé con quien hablás, con quien te juntás, con quien salís, porque Paraguay es chico. Somos pocos… y nos conocemos todos.